El agua nos Escucha
Somos un 80 % de Agua, cada pensamiento y cada emoción que acompaña nuestro pensamiento crea una vibración…
¿Qué ocurre cuando hablamos y pensamos?
Podemos decir que nuestros pensamientos y emocionan modifican el agua o parte liquida de nuestro cuerpo creando formas que vibran, en las células de nuestro cuerpo.
El cerebro no entiende di tú o yo. Si tu diriges un pensamiento negativo hacia una persona, el celebro convierte este pensamiento y emoción en una sustancia que se vuelve veneno para nosotros. El sistema endocrino se encarga de llevar toda la información a nuestros órganos principales, y de igual manera el resto de agua, sangre etc.. recibe la información vibrado en un estado de destrucción interna.
Igual de la misma forma nos sanamos cuando nuestros pensamientos y emociones vibran en clave de amor.
Nuestros pensamientos y emociones mueven nuestro mundo interno y externo
Si nos sentimos alegres y con fuerza, animados y llenos de ilusión, provocamos un sunami interno, todo nuestro cuerpo compuesto de materia líquida, vibra. nuestro cuerpo se vuelve un estado vibratorio que provoca u efecto bumerán. vibramos en positivo lanzamos esa energía vibratoria hacia a fuera, atrayendo hacia nosotros y de igual vibración, en este caso situaciones, personas y vivencias alegres y con fuerza, animados y llenos de ilusión, que es igual a felicidad y vida llena de ilusiones….
De igual manera sucede si pensamos y sentimos en negativo, lanzamos ese bumerán energético atrayendo más de lo mismo. situaciones negativas, personas negativas…
El cuerpo nos escucha y tus decisiones son ordenes…
El agua tiene la capacidad de memoria y consciencia. De configurar su forma geometría en función de la información que le damos a modo de pensamiento, palabra y emoción, que están en ella y de todo aquello que entra en contacto con ella, quiere decir, el agua es el guardián de la memoria.
“El guardián de la información, la frecuencia vibratoria y la energía de todo aquello que entra en contacto con ella.”
Uné Romero
Uné Romero con Crecimiento Personal sin Fronteras
Masaru Emoto
Nació en Yokohama en 1943, dedicándose a la investigación de distintos tipos de agua. En 1994 tomó unas muestras de una fuente de agua pura en Japón, congeló unas gotas y las examinó bajo un microscopio electrónico. Las fotografías mostraron hermosos hexágonos cristalinos parecidos a copos de nieve. Emoto tomó entonces agua de un río contaminado, la congeló, fotografió unas gotas y comprobó que la imagen que aparecía en ellas no era un hermoso hexágono sino una forma desestructurada, como si el agua fuera sensible al entorno donde se halla. Su investigación no paró ahí, sino que continuó hasta mostrar cómo los pensamientos, las emociones, las palabras, la música, una fotografía, un escrito influyen sobre la estructura molecular geométrica del agua de nuestro organismo.