Conversaciones del espacio consciencial. 1
La guerra interna
El Egoísmo:
No cuidarnos
Pensar que no somos capaces de ser autosuficientes en nuestra vida económica, emocional.
Ser jueces constantes de cada paso que damos.
Ser tan egoísta de no hacer lo suficiente.
Responsabilizar a otros de lo que no somos capaces de hacer por nosotros mismos.
Culpabilizar a otros de nuestros errores o nuestras equivocaciones
Utilizar el miedo por ser tan orgullosos de no permitirnos equivocarnos.
Utilizar el miedo para no hacer nada .
Utilizar el pobre de mi para obligar a otros a hacer lo que nosotros no nos da la gana de hacer.
Utilizar el control para confundirlo con el amor.
Utilizar nuestra incapacidad de amarnos para frustrar la vida de otros.
Utilizar la envidia como si fuera una bandera de honor legítima. Para nuestra incapacidad de alegrarnos por otros y no querer ver nuestra vergüenza de no hacer ningún esfuerzo.
Buscar justificación para no ser honesto.
Vivir la hipocresía de no valorarnos y ofendernos por que no nos valoran.
La hipocresía de ser de una manera cuando estamos solos o no nos ven y de otra cuando nos mostramos a los demás.
Vivir escondidos tras la enfermedad, la pena.
Vivir defendiendo a otros destruyéndonos a nosotros por qué no sabemos vivir nuestra propia vida y utilizando el amor egoísta como tapadera.
La exigencia de Levantarse y sentirse triste o apático o enfadado como si no tuviéramos derecho.
La exigencia de vivir siempre apático triste y enfadado siempre y no valorar lo que tenemos.
Matarnos día a día envenenándonos
De la frustración la importancia la rabia la mentira la exigencia el miedo el no creer en nosotros el esperar de otros.
Anularnos pensando que no podemos, que no sabemos, que no valemos, que no somos importantes para otros y nosotros mismos.
Engañarnos diciendo que aremos sabiendo que no aremos nada porque en realidad no queremos.
Viviendo la mentira que se cambiará lo incambiable y no ser capaces de soltar y vivir. Decir no puedo cuando no lo queremos en verdad.
Creer que somos más que otros. Que nuestro derecho está por encima de otro.
Que nuestra verdad es verdad y lo del otro es mentira, equivocación o no merece la pena ser escuchado.
Que tu esfuerzo no es más importante que el de la otra persona.
Que tú dolor no es lo único importante. Que no sientas el dolor de otro no es menos dolor.
Que no nos engañemos… cuándo sufrimos por otro es más que no queremos aceptar, vivir o responsabilizarnos de la situación.
Saber:
Que el valor nace del miedo.
Que el amor del desamor.
Que la empatía de permitir ser ayudados.
Que la mentira es miedo a ser juzgados.
Que sentir ser amados y valorados es un tesoro que si no lo vivimos con nosotros nunca lo podremos alcanzar.
Que la vergüenza es el sinónimo de falta de vida.
Que la vida es lo que nos entregan y nosotros cambiamos y alteramos construyendo un reflejo de nosotros mismos.
Saber que todo es mentira cuando no creemos en nosotros porque terminamos siendo lo que los demás dice que somos. Pero nadie sabrá la verdad de quien eres ni tu mismo.
Saber que la enfermedad nos ayuda a pararnos y ayudarnos a cambiar y nos transforma en un ser diferente como el parto… un sufrimiento que da vida.
Que no es más pobre el que pide que le llenen el vacío interior con cosas y amor externo. Que nunca llegará a llenar el agujero sin fin.
Que solo con mirarnos con amor el agujero se convierte en un sol que radia luz,calor,amor y bienestar hacia dentro y fuera.
En verdad:
¿En verdad no puedes ser tú mayor y mejor proyecto?
¿En verdad crees que otro sabrá mas de ti que tú mismo para hacer con tu proyecto lo que le dé la gana?
¿En verdad crees que el dinero y el amor de otro te dará mas felicidad?
De verdad solo tú creas tu vida. Tú escoges la gente y todo cuanto llega a tu existencia.
De verdad:
Lo que no alimentas deja de existir
De verdad quieres ser de verdad?
Pues No le des la espalda a tu esencia.
La duda:
Y si aún te preguntas ¿cuál es tu esencia?
Es que tienes la cabeza metida bajo la tierra esperando que todo cambie.
Uné Romero