Uné Romero

Blog conocimiento

Conversaciones del espacio consciencial. 3

Escucharte y reflexionar

Pensamientos nerviosos y el corazón herido nos deja envueltos en una  burbuja de mentiras y medias verdades.

Esa herida y nuestra falta de amor nos mantiene en un constante debatir entre la guerra y la herida.

Viviendo como en un rin de boxeo. “Debo golpear antes que me golpeen” O la circunstancias  te llevan al rincón del miedo del yo no puedo o que echo yo para que la vida me trate así.

Oídos sordos dentro de sí mismo…

Antenas de precisión para escudriñar lo que otros nos dice… ¿Para saltar? O ¿para llorar?

Escucha  la voz de fuera que te molesta tanto es  solo el eco de tus propias palabras…

Escucha tu voz cuando hables por que en ella tus palabras se encuentra la huella de quien eres. En tus palabras esta tu verdadero ser esencia. En tus palabras esta la verdad de quien eres.

Y lo que tanto ocultas termina saliendo.

Si no te escuchas tus palabras pueden ofender, juzgar y engañar y tu sin darte cuenta que realmente el que agrede eres tú.

Tu voz interior es la única que debes atender y ser impecable con tus palabras unidas a tu sentir.

Y tu que te escuchas desde el amor entenderás que no te están agrediendo, sino que están hablando de sí mismos y eso te ayudará a no tomártelo en primera persona.  Y ver su vacío en su interior.

Si eres sordo de lo que tú pronuncias eres sordo para escuchar con amor la desesperanza de otros.

Escuchar tu culpa o sentir el juicio de otros con dolor te ayuda a darte cuenta que te ofendes.

Si dices poner amor en lo que dices quiere decir que así lo quisieras para ti.

Y de esa forma el que te escucha se indigna. “es que el no se escucha,” y no es a ti  a quien ataca, si no a sí mismo. Ten empatía y recuerda que tu también fuiste así.

Los oídos están para escuchar dentro y fuera tu obra “quien eres” Y cuál es tu esencia.

Los pensamientos son los oídos internos de la siembra de tus palabras de lo has decidido cosechar.

Escúchate y escucha que la vida te susurra desde todos lados.

Ser consciente de lo que hablamos y expresamos es dejar atrás el egoísmo que tanto nos quejamos de los demás.

Escucha tu voz interior como brisa en el mar, respira su aroma como el recuerdo del perfume de tu vida.

Convierte tu espacio interior en armonía.

Cuida  tu mente como un bello libro lleno de palabras que te llenan y enriquecen.

Se tu propio orgullo de escucharte a ti mismo en cada situación que vivas.  Que tus palabras internas sean como una bella melodía de tu canción de vida.

Se tu propio bálsamo cuando salga de la sombra la inquietud, el miedo o el enfado. Abrázalo con vellos pensamientos llenos de ternura cuando lloren tus palabras, deja que tu cuerpo se sacuda ante un enfado y de ti o de otros. Impregna te de el bálsamo de permito y dejo fluir sin juicios sin reproches o justificaciones y verás como la sombra vuelve al rincón, tranquila y Serena por ser escuchada y correspondida. Y desde ahí podrás aprender y reconocerte.

Ama cuanto eres… por que allí comienza el amor infinito.

No escucharte es vivir en tu propia ignorancia de no saber quien eres, que das o que pides.

No escucharte es vivir toda tu vida humana como un pobre que solo piensa en sí mismo creyendo que es el centro de la vida de todos, que su dolor es más importante que su necesidad o verdad merece más reconocimiento.

Nadie es más pobre que tu propia sordera. porque tu ego no te deja ver tus riquezas y los sentimientos y valores de otros.

Y mis palabras se repiten en este escrito consciente de que el desinterés pasará de largo y el interés lo recogerá como formas infinitas de entender.

Que tú voz habla de ti. Tu palabra te define.

Tú silencio exterior miente

Tú silencio interno respeta

Tu palabra sin conciencia es un arma

Tu palabra consciente es tú v

Identidad

Que tú culpa también culpabiliza a otros

Que tú amor te ayuda a entender la postura de otros

Que tu sordera trae caos

Tú capacidad de escuchar acerca a los opuestos.

Hablar y sentir lo contrario es hipocresía

Hablar y sentir lo que dices es vivir en tu coherencia

Hacerte víctima de ti mismo es lo mismo a querer que otros te den lo que necesitas

Ser el verdugo expresa tu impotencia debilidad y necesidad de amor que se convirtió en horror emocional que nos aterroriza sentir.

Cuando alguien se aleja de ti es que nada de verdad hubo

Cuando el que se queda contigo es que lo que hay es verdadero

“Todo ello en lo bueno y en lo malo.”

Y así podría seguir…

Pero leer esta bien y comprenderlo mucho mejor.

Pero tomar consciencia y actuar es lo que hace la diferencia entre la hipocresía de no puedo y el amor del  hacer…

De apoco a poco de tropiezo a tropiezo pero hacer el camino desde la humildad.

Gracias porque vuestras voces y vuestros pensamientos hacia mi me ayudan a definirme a mi misma quién soy. Cambio rabia por amor, cambio juicio por comprensión y envidia por valoración.

Que los susurros de la vida os ayuden a elegir y aprender y no a entrar en el juicioso dolor.

Uné Romero

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